martes, 18 de octubre de 2011

Donde la aconfesionalidad se vuelve revolucionaria



Se están perdiendo todos los valores. Y me refiero a los democráticos, incluso a los que nos parecían atrasados en relación al progreso social que desde la Izquierda tantos y tantas reclamamos. Si durante este verano en las luchas contra la financiación pública de la JMJ vivimos la criminalización de las movilizaciones laicas, ahora también en Les Corts valencianes vivimos un retroceso en cuanto a los derechos constitucionales se refiere. Y es que, en ambos casos, los laicistas tuvimos que defender la aplicación de la aconfesionalidad, como si de un acto revolucionario se tratase.

Durante la sesión constitutiva de Les Corts un crucifijo -del Sr. Cotino, por cierto- presidió toda la sesión plenaria, no sólo el momento de juramento o promesa de l@s diputad@s. De hecho, el crucifijo estaba situado ante mí en la Mesa, ya que yo era una de las que la conformaba -por ser la segunda diputada más joven. Sin yo saberlo, una foto mía, comenzó a recorrer las redes sociales al aparecer publicada en la edición digital de El País, ya que era una foto que parecía sacada del NO-DO.


Por ello, en Les Corts, hace unos días, desde Esquerra Unida aprobamos una modificación del reglamento para que, en ningún caso, se pudiera repetir esta situación sin perjuicio de la libertad de cada diputado o diputada para jurar sobre Biblias, Coranes, libros de Paulo Coelho, etc... que crean procedente, gracias a la libertad religiosa que concede nuestro Estado aconfesional.

Sin embargo, para el PP era inconcebible que para mí, como atea, supusiera una falta de respeto hacia mi derecho "a no creer" el que en una institución democrática, hubiera un crucifijo ante mí.

http://www.youtube.com/watch?v=qID0ZDgHMUs

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